Tras una dura decisión por parte de Samsung de volver a pedir a sus clientes la devolución del Samsung Galaxy Note 7 de reemplazo hasta poder garantizar la seguridad de los usuarios, llega una información que podría ser crucial para poner fin a este problema de las explosiones. El diseño.
Tras lanzar el Samsung Galaxy Note 7 y confirmar por parte de Samsung las explosiones originadas en los terminales iniciales, se realizó una investigación donde dieron por sentado que el problema eran unas baterías defectuosas por parte de su propia filial.
Tras comenzar con las ventas y las entregas a los clientes, en los primeros días comenzaron a denunciar casos con el mismo problema siendo estos unidades seguras. Las unidades seguras se podían distinguir por un punto negro en las cajas de los Samsung Galaxy Note 7 reemplazados.
Una vez descartado el problema de las baterías toca investigar más en algo hasta ahora desconocido, el propio diseño del Samsung Galaxy Note 7 haría explosionar los teléfonos.
¿Cómo se podrían originar las explosiones con el diseño?
Se comenta que Samsung tuvo demasiada prisa en fabricar un terminal que fuera competencia directa de los iPhone 7 Plus, por ello, Samsung solicitó a sus proveedores, diseñadores e ingenieros que forzaran la máquina para crear un dispositivo en un tiempo récord. Lo consiguieron sí, pero a un alto precio.
Samsung desarrolló un diseño realmente espectacular con una pantalla curva, muy fino y con una simetría en la estructura. Las baterías que incluyen estos Galaxy Note 7 son descomunales, 3.500 mAh frente a las 2.900 que tiene un iPhone 7 Plus en un espacio más reducido.
El Samsung Galaxy Note 7 además tiene un espacio para guardar su S-Pen, un lápiz digital que permite escribir o dibujar en su pantalla con una destreza muy superior, esto reduce aun más el espacio del interior. Cada milímetro cuenta en un teléfono y más cuando quieres tenerlo todo con el cuerpo más fino posible.
Las curvas de la pantalla reducen el espacio del grosor de las baterías y estas podrían ser presionadas hasta hacer un contacto con alguna parte del interior del Samsung Galaxy Note 7, lo que se traduciría en un cortocircuito.
Esto podría ser previsible con un margen de error bastante pequeño (o simplemente no se dieron cuenta de ello) y seguramente sobre el papel todo encajaría a la perfección, pero hay un problema añadido. La resistencia al agua.
Para hacer un teléfono resistente al agua este tiene que estar completamente sellado para poder garantizar el certificado, uno de estos métodos es ejercer una presión en las juntas para así evitar que el agua pueda filtrarse.
Esta presión unida a la curva de la pantalla es lo que podría ser el detonante (y nunca mejor dicho) de las explosiones en los Samsung Galaxy Note 7. La presión en el poco espacio disponible hace que cualquier fallo milimétrico pueda causar las explosiones en ellos.
Vía: Phone Arena
¿Crees que se solucionará el problema de los Samsung Galaxy Note 7 o dejarán de vender este modelo definitivamente?
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