Una niña gasta 250 dólares en Pokémon con la huella dactilar de su madre mientras duerme

Una niña gasta 250 dólares en Pokémon con la huella dactilar de su madre mientras duerme

Los sensores de huellas dactilares son una de las principales medidas de seguridad biométricas implantadas en un terminal móvil. Se supone que han sido creados para proteger aun más nuestro información personal y digital desde nuestro smartphone.

Hablaremos sobre el caso de una niña estadounidense que se las ingenió para irse de compras por Amazon gracias al terminal de su madre y a la huella dactilar de la misma, todo esto mientras la madre dormía plácidamente.

Bethany Howell, así es como se llama esta niña que gastó la cantidad de 250 dólares en compras relacionadas con Pokémon desde la plataforma de ventas online Amazon.

Todo ocurrió mientras la madre de Bethany dormía y la niña de dispuso a realizar las compras de Pokémon con el móvil de su madre, cogiendo la huella dactilar de la misma para realizar los pagos y enviar los 13 productos que adquirió a su casa situada en Arkansas.

Imagen - Una niña gasta 250 dólares en Pokémon con la huella dactilar de su madre mientras duerme

Los padres de Bethany tras ver que iban a recibir 13 paquetes pensaron que habían sido hackeados y estos decidieron preguntar a su hija, la cual respondió con unas serias palabras: “No, mamá, estaba haciendo mis compras y no te preocupes que todo viene de camino a casa.”

Tras una larga charla con los responsables de Amazon los padres de la niña solamente pudieron devolver 4 de los 13 que habían pedido y, para calmar a la niña, la dijeron que Santa la traerá los regalos que pidió.

Como hemos podido observar el sensor de huellas dactilares sí es una gran medida para la seguridad de nuestro terminal, pero a veces la astucia de los más pequeños puede ser la brecha que consigue anular todas las medidas.

No es un fallo en sí, pero estos hechos pueden llegar a ocurrir muchas más veces, para evitarlo debemos concienciar a los padres y a los hijos el uso del teléfono móvil, más aún en caso de una niña de tan solo 6 años que sabe comprar por Internet.

Vía: The Wall Street Journal

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