Vendió Twitter por 5000 euros, hoy podría ser multimillonario

Vendió Twitter por 5000 euros, hoy podría ser multimillonario

Seguramente no os suena el nombre de Evan Henshaw-Plath. Normal. Es sólo el director general de NEO, una exitosa (aunque no especialmente conocida) empresa de software, y uno de esos tipos que, en un momento de su vida, hizo un negocio desastroso. Su negocio fallido fue vender en sus inicios, por poco dinero, una pequeña plataforma que creó y que hoy en día todos conocemos como Twitter.

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Sí, Evan creó una red de microblogging que bautizó como Odeo, pero que no daba dinero. Y cuando, hace ocho años, le ofrecieron 7.200 dólares (5.324 euros) por vender su parte de Odeo, dijo que sí. Por fin había logrado sacar algo de dinero de su creación. Evan no podía ni imaginarse que Odeo/Twitter valdría hoy en día 185 millones de euros.

El éxito de Twitter

Se enteró del boom de Twitter en un viaje a Uruguay financiado con el dinero que le dieron por Odeo. Como es lógico, alucinó; pero reconoce que nadie podía imaginarse que Twitter funcionaría tan bien.

Evan explica que la creación de aplicaciones para usar Twitter en el móvil (sobre todo en iPhone) fue uno de los detonantes de su éxito. Pero cuenta que realmente se hizo masivo en una fiesta en Silicon Valley, donde la gente se enviaba mensajes a través de esta plataforma para encontrar a sus amigos y contarse donde se pinchaba la mejor música.

Un alcance inimaginable

Ahora Evan ha visto crecer su proyecto y alcanzar repercusiones inimaginables. Asegura que el periodista tiene ahora más poder, desmarcándose de la cabecera en la que trabaja. Y le resulta llamativo el alcance de Twitter para propagar movimientos como la Primavera Árabe, ya que, según explica, se creó para lograr el cambio social.

Y, aprovechando su visita a Madrid para liderar la Lean Week del Instituto Europeo para el Emprendimiento (EIE), también ha querido opinar sobre la persecución de usuarios de Twitter que insulten o amenacen a personalidades públicas. Y el creador de Twitter considera que no se debería limitar la libertad de expresión, que lo que se grita en Twitter es lo mismo que se puede gritar en una manifestación y que, mientras no se cumplan esas amenazas, no se debería actuar contra nadie

Y cuenta que él mismo recibió amenazas de muerte a través de Twitter  cuando hizo una campaña en contra de la ocupación de Irak. Pero asegura que prefiere soportar esas amenazas a limitar la libertad de expresión de la gente.

A la vista está que Evan Henshaw-Plath no está en absoluto resentido por no ser ahora el millonario que podría haber sido. Sigue admirando su proyecto, una plataforma de comunicación global que es más grande (y vale más dinero) de lo que jamás podría haber imaginado.

Vía: ABC

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