¿Cuánto contamina buscar en Google o ver un vídeo de YouTube?

¿Cuánto contamina buscar en Google o ver un vídeo de YouTube?

Toda actividad humana tiene un impacto en el medio ambiente, y algo tan habitual como una búsqueda en Google o ver un vídeo en YouTube genera contaminación, pues el funcionamiento de estos servicios requiere energía.

No hablamos de la contaminación generada al fabricar móviles, tablets y ordenadores, y ni siquiera cargar su batería representa el mayor problema. Son los servidores que hacen funcionar los servicios de Internet los que consumen mucha energía, que no siempre es de origen renovable.

Si bien muchas empresas comienzan a preocuparse por el tema, sigue siendo normal usar carbón o gas, que emite CO2 (dióxido de carbono) a la atmósfera. Este gas genera un efecto invernadero, y es el principal causante del calentamiento global y el cambio climático.

Esto es lo que contaminan algunas acciones habituales:

  1. Búsqueda en Google: 0,2 g de CO2.
  2. Ver 10 minutos YouTube: 1 g de CO2.
  3. Almacenar un email: 10 g de CO2 anuales.

Son cifras insignificantes a nivel individual, pero se calcula que en 2020 se hacen 4,1 millones de búsquedas en Google por minuto y que se ven 4,7 millones de vídeos de YouTube. Por otro lado, buscadores como Ecosia o DuckDuckGo intentan que la huella de carbono sea menor.

En 2030 entre el 10% y el 20% de la contaminación estaría relacionada con la tecnología e Internet. Por lo tanto, superaría incluso los niveles del sector de la aviación, que ha sido muy criticado en los últimos años por su contribución al cambio climático.

Las soluciones no son sencillas, pero tampoco desconocidas. Usar fuentes renovables es el camino más directo contra la contaminación, y Google desde 2017 solo compra electricidad de origen renovable.

Además, ciertas operaciones de sus centros de datos se realizan cuando hace mucho sol, para aprovechar el extra de electricidad sostenible. En los miles de ordenadores que utiliza se intenta reutilizar y reparar los componentes cuando se estropean, en vez de desecharlos.

De todas formas, hemos visto que YouTube consume bastantes megas, y eso supone contaminación por parte del operador (móvil o de fibra), por la fabricación del dispositivo y por la carga de la batería.

La tecnología es omnipresente, y su uso global tiene un impacto enorme. Por un lado, moderar nuestro consumo de Internet ayudará a reducir las emisiones de dióxido de carbono, pero también del lado del software y del hardware se trabaja en soluciones eficientes que consuman menos energía.

Al final, el impacto de una búsqueda en Google o de un vídeo de YouTube es importante, porque las pequeñas acciones de millones de personas tienen implicaciones enormes en el planeta.

Vía: El País

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