En la guerra por el tercer puesto en TVs tenemos una mala noticia: ni TCL ni Hisense están ganando

El mercado de los televisores está dominado tradicionalmente por Samsung y LG, dos fabricantes premium que llevan décadas dirigiendo la evolución tecnológica de las pantallas y, posteriormente, del software que dirige la TVs.

El crecimiento de los conglomerados chinos TCL y Hisense apuntaba a una revolución en el segmento, que aumentase la competitividad, obligando a Samsung y LG a esforzarse más.

La realidad es que las marcas chinas de TV crecen mucho en cuota de mercado, pero poco en calidad. TCL e Hisense incluso han superado en ventas a LG en muchos países, porque venden barato, pero sus productos se quedan bastante atrás.

Solo hay que echar un vistazo a los televisores OLED LG de 2025, o la actual gama de Smart TV de Samsung para comprobar que siguen demasiado por delante (en calidad y en precio) para que haya una competencia real.

TCL e Hisense: precios baratos y muchas pulgadas para camuflar sus carencias

Tanto TCL como Hisense apuestan por paneles MiniLED para la mayor parte de su gama. Ofrecen un brillo alto y permiten vender televisores de 75 o más pulgadas a un coste ajustado, pues su estructura interna es más sencilla.

Por su parte, los paneles OLED de LG y Samsung son superiores. Los negros son perfectos, el color es muy rico y el brillo, que antes era su principal limitación, ahora es suficiente en casi cualquier entorno.

Otra diferencia clave es la calidad del software. TCL apuesta por Google TV, que es una plataforma interesante, pero queda bajo el control de Google.

Hisense cuenta Vidaa U, una solución propia. Es meritorio que se esfuercen por su desarrollar una plataforma, pero aún le queda bastante para convertirse en un sistema operativo maduro.

Samsung y LG están muy por delante en software

Sus rivales están, sencillamente, a otro nivel. El software suele ser uno de los elementos en los que Samsung se apoya para diferenciarse como marca premium, algo que resulta clave en los móviles de la gama Galaxy.

Lo mismo ocurre con el sistema operativo Tizen de los Samsung Smart TV. Por ejemplo, hace poco recibió Vision AI Companion, que ha llevado por primera vez muchas funciones de inteligencia artificial a los televisores.

Otro detalle diferenciador es el Samsung Gaming Hub, donde podemos jugar en streaming desde diferentes plataformas, sin necesidad de una consola.

Además, Samsung ofrece 7 años de actualizaciones del sistema operativo, e integra un antivirus en sus televisores.

En cuando al sistema operativo webOS de LG, está un poco por debajo de Samsung, pero por encima de sus rivales chinos. Ofrece un ingenioso control por movimiento a través del mando y funciones de IA interesantes.

También admite servicios de gaming en la nube, y ofrece 5 años de actualizaciones, que alargan la vida útil del televisor.

El trono de los televisores premium sigue inamovible

El mercado de los televisores está viviendo como las marcas chinas (TCL, Hisense y, en menor medida, Xiaomi) buscan robar cuota de mercado a las surcoreanas (Samsung y LG).

Aunque TCL y Hisense están creciendo, siguen lejos en calidad. Uno podría esperar que se volviesen más premium, como ha ocurrido en los smartphones con fabricantes como Xiaomi, Huawei o Vivo, pero aún les queda mucho por avanzar.

Otras marcas pequeñas japonesas también ofrecen algunos productos de calidad, como Sony y Panasonic, si bien se han descolgado a nivel de ventas.

Para quienes busquen un televisor de gama premium, no hay un "tercer puesto" en el mercado. Los modelos de LG y Samsung siguen claramente por delante, algo que es bastante decepcionante para los puristas de la imagen, que querrían más opciones competitivas.

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