Después de prohibirse su venta en ciertos países, la segunda edición de la consola más famosa del mundo estuvo en el punto de mira. ¿PlayStation 2 era un arma? A continuación, vamos a conocer si se trata de una leyenda urbana o un hecho real.
Lanzada en el año 2000, seis años después de su primera edición, la consola PlayStation 2 agotó existencias en tiempo récord. Lo curioso de su historia es que fue catalogada por el gobierno japonés como un dispositivo de grandísima potencia; tanta, de hecho, que llegó a ser considerada peligrosa.
Según el Ministerio de Comercio de Japón, la PS2 poseía ciertos componentes en su sistema que estarían clasificados como arma militar. En concreto, el problema se localizaba en la GPU de la consola y su tarjeta de memoria, estando la primera encargada de procesar las imágenes y la segunda de guardar las partidas, con un sistema de cifrado que se consideró problemático.
La cuestión es que, ambos elementos eran utilizados para leer y procesar enormes cantidades de datos para el año 2000, quedando no demasiado lejos de los superordenadores de la época. Y esto, según los expertos en materia, podría haber sido aprovechado en sistemas de guiado de misiles.
Tras este veredicto, el gobierno del país nipón decidió tomar medidas: limitar los envíos de unidades de la consola. Además, la ley japonesa de exportación y comercio decía que no se podían exportar productos valorados en más de 427 dólares que pudieran destinarse a fines bélicos.
La consola PS2 tenía un precio mínimamente inferior a 400 dólares, por lo que no permitían vender más de una unidad fuera de Japón, ya que el importe superaría los mencionados 427 dólares. En caso de querer hacerlo, era necesario un permiso especial del gobierno japonés.
No obstante, la distribuidora de juegos Sony Computer se encargó de recibir autorización para exportar la PlayStation 2 en casi todo el mundo. Además, también se dispuso a tramitar licencias para poder exportar la consola a diferentes filiales.
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Las únicas excepciones residían en estos cuatro países: Irak, Irán, Libia y Corea del Norte. En el caso de Irán, a pesar de que no vendían la PlayStation 2 de manera oficial, lo cierto es que si había existencias de la consola gracias a la distribuidora Sony Gulf, que también se encargaba de vender en los países del Golfo Pérsico.
El portavoz de Sony, Benjamin Guernsey, aclaró que el problema en Japón venía por ser un dispositivo tan avanzado tecnológicamente. Esto suponía que la PS2 se colocase, de forma automática, por encima de los estándares y recibiera una licencia de control de exportaciones.
Por tanto, la preocupación de que tuviera un fin militar o terrorista no era del todo cierta. No obstante, esta noticia tampoco pillaba por sorpresa a nadie, ya que las leyes de exportación en áreas donde la tecnología puede tener un fin violento han estado vigentes desde hace años.
Después de toda esta información, queda claro que la consola PlayStation 2 no era realmente un arma, ni resultaba sencillo usarla para guiar misiles. A pesar de las restricciones que pudiera imponer Japón en su momento, realmente esta noticia no afectó a los consumidores generales de América, Europa o Australia.
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Vía: IGN
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