Instagram nos deja con demasiada frecuencia titulares simpáticos a la vez que ridículos relacionados con la estricta normativa que aplica al contenido publicado en la red social.
Hoy le ha tocado a un usuario gallego que el pasado domingo subió orgulloso el cocido gallego que su madre había hecho. Al plato no le faltaba un ingrediente: garbanzos, verduras y carnes llenaban los recipientes fotografiados.
Una foto más, dentro de las millones que alberga Instagram en sus servidores. Hasta que la red social propiedad de Facebook decidió eliminarla de un plumazo por "infringir las normas comunitarias".
El usuario subió un pantallazo a Facebook con las escuetas e imprecisas explicaciones que la gigante estadounidense daba para justificar el borrado. Los argumentos van desde violencia gráfica a desnudos, pasando por lenguaje que incita al odio, bullying y actividad sexual.
Por el momento no se conoce si la eliminación de las fotografías pasa por la aplicación de un algoritmo automático de Instagram o se trata de algún reporte de uno o varios usuarios a los que perturba un inocente cocido.
La única imagen que puede resultar más "violenta" es donde aparece la carne. Concretamente huesos de espinazo y chorizos que podemos ver a diario en cualquier carnicería o supermercado.
Es bastante común que los usuarios de Instagram suban platos de comida. De hecho, una de las publicaciones estrella de la red social es precisamente las elaboraciones realizadas por cocineros famosos de todo el mundo.
En el reporte de etiquetas más populares utilizadas por los usuarios a lo largo del pasado año 2018, #food se encontraba en una buena posición en la lista. Solo basta un paseo por ese hashtag para darnos cuenta de la inocencia del cocido gallego que subió el pasado domingo Richard Barreira y cómo otras publicaciones son bastante más sangrientas que esta.
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