¿Qué dice el BOE sobre la geolocalización en la cuarentena?

¿Qué dice el BOE sobre la geolocalización en la cuarentena?

Entre las medidas para detener la propagación del coronavirus COVID-19 en España se ha autorizado desde el BOE (Boletín Oficial del Estado) el control de la población durante la cuarentena por medio de la ubicación del móvil, aunque con un sistema de geolocalización menos exhaustivo que el usado en China o Corea del Sur.

Es una medida que levanta recelos respecto a la privacidad de los ciudadanos, si bien estamos en una situación excepcional. De todas formas, y de acuerdo al texto publicado en el BOE, el acceso a la geolocalización será limitado.

En concreto, este tema se trata en el BOE 86 del 28 de marzo de 2020 (BOE-A-2020-4162), dentro de la Orden SND/297/2020 del Ministerio de Sanidad, así que debemos referirnos a lo que dice el texto.

Y, en realidad, hablamos de dos métodos para la geolocalización: una app para móviles, en principio de instalación opcional, y un estudio usando las redes de los operadores, del que ningún usuario con teléfono móvil podrá escapar.

Una app con una geolocalización limitada

El primer aspecto que desarrolla el BOE es la creación de una aplicación para smartphones, que tendrá que realizar la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, aunque es de imaginar que será encargada a alguna empresa especializada (una consultora tipo Indra).

En concreto, esto dice el BOE:

"[...] desarrollo urgente y operación de una aplicación informática para el apoyo en la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19."

En principio, parece que se trata de una aplicación nativa (no web), que deberá dar información y recomendaciones sobre el coronavirus, permitir un diagnóstico básico en la cuarentena y estimar las posibilidades de que el usuario tenga COVID-19.

Además, también se creará un bot que facilite información en WhatsApp, mediante una conversación estándar, de forma similar al bot sobre el coronavirus que la OMS ha lanzado en WhatsApp.

Respecto a la geolocalización, esto es lo que dice:

"La aplicación permitirá la geolocalización del usuario a los solos efectos de verificar que se encuentra en la comunidad autónoma en que declara estar."

Es decir, que no se controlará dónde se encuentra exactamente cada persona. Ahora bien, ese es el funcionamiento previsto en el BOE, pero en la práctica acceder al GPS de los móviles ofrece una precisión de pocos metros.

En la realidad, serán los desarrolladores quienes deban tratar los datos de geolocalización de forma adecuada, para que no se registre otra información más allá de si el usuario se encuentra en la comunidad autónoma que ha indicado.

Sobre los responsables de los detalles personales, esto explica el Boletín Oficial del Estado:

"El responsable del tratamiento será el Ministerio de Sanidad y el encargado del
tratamiento y titular de la aplicación será la Secretaría General de Administración Digital."

Haciendo un análisis un poco más escéptico, podemos ver un riesgo para la privacidad, pero no muy alto. Aunque se haga un uso de la geolocalización diferente al declarado, no hablamos de algo muy diferente al control de la ubicación de Facebook, o al historial de ubicaciones de Google.

Claro que los datos estarían en manos del Gobierno, pero en principio instalar la aplicación parece ser opcional.

Un modelo muy diferente al que China, que creó una app para cruzar los datos de posibles infectados, y mandaba a los sospechosos a pasar una cuarentena a su casa.

En el país asiático la aplicación era obligatoria, teniendo que escanear el código QR generado para acceder a muchas zonas (lugares de trabajo, centros de estudios, edificios gubernamentales...)

Estudio de movilidad agregado

Imagen - ¿Qué dice el BOE sobre la geolocalización en la cuarentena?

El segundo método que contempla el BOE es mucho más agresivo, y permite conocer la geolocalización de los usuarios antes y durante la cuarentena. Básicamente, parece basarse en el polémico estudio de movilidad del INE que se había aprobado antes de saberse nada del coronavirus.

Se pedirá a los operadores de telecomunicaciones con antenas móviles (Movistar, Vodafone, Orange y el Grupo MásMóvil) que faciliten la posición de los teléfonos conectados a sus antenas.

De acuerdo al BOE, esto es lo que se busca:

"Se pretende contar con información real sobre la movilidad de las personas en los días previos y durante el confinamiento. El objetivo es entender los desplazamientos de población."

Cabe destacar que esta información siempre ha estado disponible, y los operadores la han facilitado en el pasado, fundamentalmente para responder a órdenes judiciales.

Es decir, las compañías de móvil guardan un registro de las antenas a las que nos conectamos, que ofrecen una geolocalización más o menos precisa dependiendo de la zona. En las ciudades, con muchas antenas, es bastante exacta, pero en áreas rurales no tanto.

Es muy relevante el siguiente fragmento del BOE:

"[...] a través del cruce de datos de los operadores móviles, de manera agregada y anonimizada, el análisis de la movilidad de las personas en los días previos y durante el confinamiento."

Es decir, las ubicaciones se analizarían de forma conjunta, y sin identificar a personas concretas. Por lo tanto, no se buscaría vigilar que se cumpla la cuarentena de forma individual, ni poner multas, solo tener una visión completa del conjunto.

Por poner un ejemplo, podría servir para analizar cómo se extendió el coronavirus. Tras decretarse la suspensión de las clases en la Comunidad de Madrid surgieron noticias sobre personas que iban a sus segundas residencias en otras comunidades, lo que podría propagar la enfermedad.

Usando la geolocalización de los teléfonos esto se podría comprobar y cuantificar mejor, con cifras exactas, pues basarse en las observaciones de los ciudadanos no es demasiado fiable.

Eso sí, el análisis de movimientos durante la cuarentena podría señalar zonas con desplazamientos extraños, abriendo la posibilidad de enviar a las fuerzas de seguridad a controlar aquellas poblaciones donde se sospecha que el confinamiento no se está respetando.

Como es lógico, estos datos podrían afectar a la privacidad de los ciudadanos dependiendo de cómo se usen, pero lo que el BOE explica no debería preocuparnos demasiado.

En resumen, el control de la geolocalización de los teléfonos en cuarentena no parece muy problemático, y en cambio da una herramienta valiosa en estos momentos cuando renunciar a un poco de nuestra privacidad podría salvar muchas vidas.

¿Qué opinas del uso de la geolocalización en la cuarentena? ¿Lo ves aceptable para contener el crecimiento del coronavirus?

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