La tasa de refresco de un monitor indica el número de veces por segundo que la imagen en pantalla se actualiza. Se mide en hercios (Hz), una unidad que indica la frecuencia con la que ocurre algo en un segundo. Es decir, si nuestro monitor es de 30 hercios, la imagen se actualizará 30 veces cada segundo.
Si vamos a usar nuestro ordenador para ofimática o retoque fotográfico, la frecuencia de refresco no resulta crítica. En el primer caso, lo mejor es optar por un monitor sencillo, y en el segundo apostaremos por un panel que muestre un color fiel (de tipo IPS). Los hercios son importantes para el contenido en movimiento, como las películas. Y, en el caso de una pantalla de PC, especialmente para los videojuegos.
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Un factor relacionado es el tiempo de respuesta de los píxeles, el número de milisegundos que tardan en cambiar de color. En general, los paneles de tipo TN son adecuados para jugar (y más baratos), aunque resultan inferiores a los IPS en reproducción del color y ángulos de visión. De todas formas, cada vez existen monitores IPS con mejores tiempos de respuesta. Tecnologías como OLED, IGZO y PLS también avanzan en este campo.
Existen monitores 4K a 30 Hz ( ¡hasta YouTube funciona a 4K ahora! ), que en mi opinión no representan una buena compra. Lo mínimo que debemos pedir son 60 Hz. Si somos jugadores exigentes, tal vez queramos un monitor de 120 Hz o 144 Hz. Salen más caros, y tenemos que considerar que para sacar partido a esas tasas de refresco necesitaremos una tarjeta gráfica potente. Resultan adecuados para los juegos con más acción, sobre todo de disparos en primera persona.
Por último, han aparecido las tecnologías G-SYNC de NVIDIA y FreeSync de AMD. Básicamente, sincronizan el refresco de la pantalla con el número de cuadros por segundo que es capaz de generar la tarjeta gráfica. Eso evita problemas en la imagen, pero necesitaremos compatibilidad en el monitor y en la tarjeta gráfica. Ahora mismo, se tratan de tecnologías para entusiastas.
Ya hemos visto que la tasa de refresco puede volverse importante en un monitor... ¡especialmente si es para jugar! De todas formas, lo más importante me parece leer un análisis detallado de la pantalla que nos interesa antes de comprarla, para ver si se adapta a nuestras necesidades.
¿Qué opinas de este tema? ¿Para ti un monitor se trata de una parte clave del PC, o un periférico sin gran importancia?
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