El dilema de las redes (Netflix): ¿es tan terrible Internet?

El dilema de las redes (Netflix): ¿es tan terrible Internet?

Con el documental "El dilema de las redes", desde Netflix ha vuelto a poner el dedo en la llaga, llevando a la calle el debate sobre cómo las redes han modificado nuestra vida. Adicciones, fake news, bullying y toda clase de conductas dañinas son puestas en relación con este uso. Y nosotros nos preguntamos, ¿son tan monstruosas las redes sociales e Internet?

Vayamos por partes. Para quien no lo sepa, "El dilema de las redes" es un documental que la plataforma de streaming estrenó el pasado mes de septiembre. Se trata de un reportaje audiovisual protagonizado por los testimonios de personas vinculadas al desarrollo del mundo tecnológico y que integra una ficción, muy bien hecha, sobre cómo Internet determina la vida de una familia.

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Cambios generados por las redes sociales

El documental aporta datos que son irrebatibles, como el notable incremento de suicidios de adolescentes desde la llegada de Internet o el mayor número de depresiones identificadas entre los más jóvenes en este tiempo.

Irrebatibles, decimos, pero también matizables. Sin duda los cambios sociales generados por la omnipresencia de la tecnología son extraordinarios y pueden haber generado distorsiones en la psicología de los individuos. Sin embargo, también cabe pensar, por ejemplo, que el diagnóstico de la depresión es mucho mayor ahora que hace tan solo veinte años.

Imagen - El dilema de las redes (Netflix): ¿es tan terrible Internet?

Ojo, no queremos decir con esto que la sobreexposición a la redes sociales e Internet no haya afectado negativamente a parte de la sociedad. Pero las innovaciones tecnológicas, por sí solas, no son culpables de las disfunciones sociales generadas por ellas.

Gran riqueza de testimonios

"El dilema de las redes" cuenta con testimonios muy interesantes y que conocen de primera mano todo de lo que hablan. Antiguos altos cargos de Google como Tristan Harris, pioneros de la realidad virtual o especialistas que desarrollaron sus carreras en Instagram, TikTok o hasta uno de los creadores del botón de Me Gusta en Facebook, desvelan los secretos más oscuros de un mundo que no para de crecer.

Hay momentos en que uno duda si está viendo un documental de no ficción, un capítulo de una de las series más vistas de Netflix en 2019 como fue Black Mirror o una revisión de Frankenstein en la que el monstruo devora a su creador. No cabe duda de que la intención de los pioneros de las redes era positiva, ayudar a socializar, pero, según cuentan los protagonistas, el resultado se les fue de las manos.

Una de las claves en las que se basa el discurso en el documental de Netflix es el hecho de que cada uno de los usuarios de las redes nos hemos convertido en el producto que se vende. La monetización de las plataformas, la venta de nuestros datos a las compañías y la falta gratuidad de su uso revolotean por todo su metraje.

Las contradicciones del botón Me Gusta

Pero una de las partes más interesantes, en nuestra opinión, es cuando se profundiza en la forma en que el uso de las redes sociales puede llegar a afectar a nuestra autoestima. En "El dilema de las redes", el botón Me Gusta sobrevuela durante 93 minutos como un enemigo silencioso, aparentemente agradable y lleno de intenciones positivas, pero cruel y tiránico en el fondo.

Es evidente que las redes sociales son también una plataforma de presión, en la que muchos usuarios buscan ser aceptados por los demás por encima de aceptarse uno mismo. La falta de likes a una foto o los comentarios críticos de un post, tienen la capacidad de generar una frustración difícil de subsanar.

Además, las redes cuentan con un sistema que resulta avasallador. Premian que tengas nuevos seguidores (existen trucos para conseguir seguidores en Instagram, por ejemplo), te convierten en un ser cuantitativo. No recompensan las cualidades que demuestras, sino la cantidad de interacciones que generas.

Es evidente que todas estas reflexiones dan que pensar y esa es una virtud innegable del documental, replantearnos de qué forma actuamos en las redes, si contribuyen a nuestro bienestar o nos están coaccionando para mostrar o llevar una vida que no es la nuestra.

Sin embargo, estos aspectos están presentes en muchos aspectos de nuestra vida, no solo en el tecnológico. La sociedad del aparentar vive permanentemente en nuestra cotidianeidad, en el instituto, en la universidad, en el trabajo, entre nuestros amigos.

Culpar a las redes sociales, a las revistas de moda o a la televisión de ello es no ir a la raíz del problema. Todo es mejorable, pero en ocasiones parece que algunas partes del documental de Netflix asumen que muchos de estos problemas desaparecerían y eso no acaba de ser cierto.

Las fake news y las redes sociales

La manipulación política, especialmente por medio de las fake news, cuya difusión puede suponer acabar en la cárcel, es otro de los puntos en que se adentra "El dilema de las redes". Y, en nuestra opinión, y visto lo visto en innumerables ocasiones en los últimos años, en este caso sí que el documental ofrece premisas muy elocuentes.

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Internet en general se ha convertido en un océano de mentiras y resulta muy difícil pescarlas y expulsarlas del mar. Sin duda, la formación de todas las personas es la mejor manera de hacerlo. Pero lograr eso tiene unas implicaciones que se nos escapan.

Sin embargo, los propietarios de las redes tienen una obligación moral con los individuos que los han hecho millonarios. Controlar el veneno que contamina sus productos es una responsabilidad incómoda, pero absolutamente necesaria.

Una oportunidad para la reflexión

El documental de Netflix es, creemos, un producto necesario, porque nos hace pensar, permite debatir y genera una reflexión sobre asuntos que a veces se dan por hecho. Gracias a personas que han estado dentro del sistema podemos conocerlo mucho mejor, desde su gestación hasta su desarrollo.

El director de "El dilema de las redes", Jeff Orlowski, ha conseguido juntar, además, un catálogo de testimonios extraordinario. No obstante, echamos en falta otro punto de vista, el de aquellos a los que las redes sirvieron para encontrar el amor de su vida, fueron su mejor medicina contra la soledad, les permitieron tener nuevas amistades o ayudaron a resolver problemas prácticos de forma inmediata.

Nuestra recomendación es que veáis "El dilema de las redes" si tenéis la oportunidad. Gracias a él, como tantas otras veces, Netflix ha sabido abrir un debate sobre nuestro presente y futuro. Ahora bien, las redes, Internet, la tecnología, no es tan terrorífica como la pintan. Esperamos un próximo documental sobre todo lo bueno que nos ofrecen.

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