Ya está disponible el nuevo servicio de verificación de SMS de Google en España, diseñado para reducir el número de estafas a través de los mensajes de texto. Este sistema verifica que el remitente es fiable, y lo indica en el SMS para que seamos conscientes.
Muchas estafas comienzan de esta manera, como el SMS de los gastos de envío en MRW que afectó a un elevado número de usuarios. La idea de Google Verified Messages (VSMS) es que los mensajes legítimos sean distinguibles gracias a una serie de elementos adicionales.
Un VSMS muestra un icono de un escudo en la app Mensajes de Google en Android, además de un aviso de seguridad en la cabecera. El avatar del remitente mostrará el logotipo de la empresa, y los enlaces que traiga incluirán una vista previa.
Los mensajes verificados buscan la seguridad del usuario, pero también ser una herramienta de marketing para las empresas, que de este modo evitan que sus comunicaciones sean ignoradas por riesgo a una potencial estafa.
Eso sí, este nuevo tipo de SMS exigen la aplicación Mensajes de Google (versión) 5.2 o superior en un móvil Android, así que no todo el mundo los puede ver. Quienes no cumplan los requisitos verán el SMS en formato convencional.
Los mensajes verificados de Google no están disponibles para el usuario final, solo empresas que normalmente mandarían los SMS mediante un número corto. Además, es un servicio con coste, que se ofrece a través de las subcontratas de Google en cada país, por ejemplo, en España estará disponible con SMSPubli.
Esto es clave, pues hay una entidad intermedia que confirma que el remitente es quien dice ser. Google no accede al contenido de los mensajes, así que se evitan problemas de privacidad.
También existen las llamadas verificadas de Google, que en el momento de sonar muestran qué empresa llama, para que el usuario sepa de antemano qué esperar. Es un servicio que por ahora no tenemos en España, y que parece más pensado para evitar llamadas no deseadas, y no las estafas.
Desde luego, los SMS verificados de Google suponen un avance, y habrá que ver si su coste y funcionamiento convencen a las empresas, de manera que sea más sencillo distinguir mensajes legítimos de aquellos fraudulentos.
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