La Policía Nacional ha detenido en Alicante a dos individuos acusados de estafar 27.000 euros a diferentes personas simulando ser ingenieros informáticos de Microsoft. La confianza de las víctimas les permitía controlar sus cuentas bancarias y hacer uso de las mismas.
Miles de personas son víctimas cada día de estafas por Internet. Los delincuentes utilizan en muchos casos los desconocimientos tecnológicos de las víctimas para acceder a sus datos privados y robar información sensible o sus ahorros bancarios.
Hace unos días se descubría cómo cuentas verificadas de Twitter estaban propagando estafas sobre el Bitcoin. Otro de los espacios preferidos por los estafadores son las tiendas de venta online. Un ejemplo de ello ha sido una de las últimas estafas en Amazon, consistente en cancelar los pedidos y pedir un pago externo.
Un programa que hackeaba las cuentas
En el caso que nos ocupa, los delincuentes contactaban con sus posibles víctimas por vía telefónica. Les informaban de que sus dispositivos estaban hackeados y les ofrecían una forma de solucionarlo: instalarles un programa que les haría recuperar el control de dichos dispositivos.
Nada más lejos de la realidad. Con estos programas, los estafadores lograban acceder a las cuentas bancarias de las víctimas, obteniendo un control absoluto sobre ellas. En el momento de la detención, los dos individuos detenidos habían conseguido robar 27.000 euros.
El descubrimiento de la estafa se produjo después de la denuncia de un usuario de Zaragoza, que había recibido una llamada que seguía este modus operandi. Rápidamente, el asunto se puso en manos del grupo de Delitos Tecnológicos de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Zaragoza.
Estos pudieron comprobar que los ladrones operaban desde Alicante, por lo que se continuó desde allí la investigación. Precisamente, los estafadores, de 47 y 48 años, fueron detenidos por la Policía Nacional en esa ciudad.
Numerosos estafadores buscan aprovechar nuestras dudas tecnológicas para robar datos sensibles. Es fundamental no confiar en servicios que te ofrezcan la más mínima duda y en caso de que algo te resulte extraño, avisar a la Policía. Solo así conseguiremos que indeseables, como los que acaban de ser detenidos por hacerse pasar por ingenieros de Microsoft, puedan darnos un disgusto.
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