Los niños fueron espiados durante las clases online

Los niños fueron espiados durante las clases online

Durante el confinamiento de 2020 y en meses posteriores, millones de niños fueron espiados a causa de las clases online, pues estuvieron obligados a utilizar herramientas sin las debidas garantías de privacidad. Actividad en Internet, datos personales y otros detalles acabaron compartidos con empresas, sin que los niños o sus padres fueran conscientes ni se pudieran oponer.

En su momento recopilamos diversas webs para dar clases online, pero el cierre de los colegios obligó a montar una infraestructura muy amplia en un tiempo récord. Muchas empresas ofrecieron herramientas sin coste económico, pero con problemas de privacidad, sobre todo al estar destinadas a niños y formar parte de la educación obligatoria.

Una investigación de Human Rights Watch ha descubierto que 146 herramientas espiaban a los niños, lo que supone un 89% del total. Entre los países afectados se encuentra España, donde la educación es competencia autonómica, así que se emplearon diferentes plataformas educativas en cada territorio.

El problema más habitual es el seguimiento de la navegación fuera del uso escolar, lo que luego se compartía con otras empresas, y servía para mostrar publicidad personalizada.

Además, en muchos casos, no era posible excluirse del seguimiento, así que niños y padres estaban obligados a aceptar este espionaje para seguir el curso escolar online.

En algunos casos se usaba una técnica de "fingerprinting", que recogía multitud de datos para crear un perfil único del ordenador donde se instalaba la herramienta para las clases online. Incluso eliminado los archivos temporales o el propio sistema operativo, detener el seguimiento se volvía casi imposible.

El modelo de acceder gratis a servicios a cambio de dar datos personales se ha popularizado en redes sociales y apps de mensajería, pero las herramientas educativas deberían dar muchas más garantías a los niños, especialmente cuando su uso es obligatorio.

Ante la situación de emergencia por la pandemia, los gobiernos fueron muy laxos examinando el software empleado. Así se consiguió comenzar las clases online en poco tiempo y a un coste bajo, a cambio de la privacidad de los niños.

Los detalles de la investigación se irán desvelando en las próximas semanas, sabemos que España es uno de los 49 países cuyos niños fueron espiados, e irán llegando poco a poco los detalles técnicos.

En general, las plataformas educativas cuidan los datos personales, pero durante el confinamiento las herramientas educativas se tuvieron que adaptar demasiado deprisa, y al final los niños fueron espiados por anunciantes y otras empresas.

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