Las trampas en los videojuegos online arruinan la experiencia, y en PUBG Mobile han baneado a más de 10.000 jugadores por usar un hack, que eliminaba a sus rivales de un solo disparo. Una medida dura, pero necesaria para mantener las partidas justas.
Hace poco que llegó la gran actualización con el mapa Livik a PUBG Mobile, y no sabemos si el truco utilizaba algún error detectado en esta versión, pues los desarrolladores prefieren no dar detalles técnicos de las trampas para evitar que se reproduzcan en el futuro.
Lo que sí sabemos es que la trampa suponía que matar a otros jugadores con un solo disparo y, además, invertía la pantalla durante un instante.
No es infrecuente que en los títulos multijugador online se hagan trampas para obtener ventaja, por eso hay sistemas para avisar a los creadores de comportamientos sospechosos. De este modo, mediante las denuncias de los jugadores, pudo PUBG Mobile descubrir los hacks.
El juego se ha actualizado, de manera que las trampas no se puedan seguir realizando, y se ha baneado a quienes las utilizaron. No se ha dado aviso previo, pues desde PUBG Mobile se consideró que es una infracción lo bastante grave para aplicar la expulsión directa.
En concreto, las cuentas tramposas tendrán bloqueado el acceso durante 10 años. No sabemos si esos usuarios tendrán la oportunidad de crear nuevas cuentas, o se han recogido datos adicionales para identificarlos en el futuro, como su modelo de móvil, dirección IP de la conexión u otros.
Hace poco llegó el denominado Death Replay, un tipo de repetición que permite ver nuestra eliminación desde la cámara de quien nos ha disparado, y que ayuda a detectar movimientos extraños y denunciarlos ante los moderadores de PUBG Mobile.
El género battle royale, popularizado por Fortnite, sigue de moda con la reciente beta de Hyper Scape, y PUBG también conserva una amplia comunidad, ya que fue el primer juego que apostó por la fórmula.
La medida de banear a los tramposos de PUBG Mobile es dura pero correcta, pues al final beneficia a quienes juegan de forma deportiva. Los hacks suponen un serio peligro de que los aficionados abandonen un juego frustrados, y resulta importante detectarlos y solucionarlos rápido.
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