Mi madre me ha pedido ayuda con la factura de Movistar: nunca pensé que se podían pagar estas cantidades
Me parece inconcebible pagar 217 euros por la factura de un operador, pero ese es el panorama ante el que me encontré cuando mi madre me pidió ayuda para reducir su cuota de Movistar. Una cifra disparatada, que ejemplifica algunos de los problemas más graves del sector.
Hay muchas alternativas a Movistar, de hecho, en cuanto a líneas móviles, ya no es el más grande en España (Orange lo superó tras su unión con el Grupo MásMóvil). Algunos clientes no son conscientes de la realidad actual del mercado, y eso les perjudica.
A ellos mismos, y a todos, pues los consumidores que admiten precios tan altos perjudican al conjunto del mercado. Estas son las sorprendentes cuantías que cada mes abona mi familia:
Resistencia al cambio: un problema que sale caro
Hay perfiles de clientes encantados de probar nuevas alternativas, y otros muy reacios a las novedades. Justo ese es el problema: mi madre lleva 40 años siendo cliente de Telefónica (su nombre antes de sustituirlo por Movistar), y no va a cambiarse por mucho que suban el precio.
Buena parte del éxito del operador depende de estos clientes conservadores que no consideran otras opciones. Y de una estrategia comercial bastante cuestionable, como las tarifas "secretas" que Movistar usa contra Digi, ocultándolas a otros clientes.
Ningún operador, excepto Orange, ofrece tarifas tan completas como Movistar. Esa es la primera resistencia: esperar exactamente el mismo servicio en otra compañía. Movistar sabe que su propuesta es muy cara. Así que necesita distinguirse con servicios premium que dificulten una comparativa directa.
Ahora bien, es una locura pagar 217 euros a un operador cada mes, al menos en una familia de clase obrera, y me parece complejo justificarlo.
El fútbol, ¿entretenimiento o religión?
Una parte importante de su desproporcionada factura corresponde al fútbol. Si nos guiamos por las tarifas recientes, son unos 50 euros mensuales, que corresponden sobre todo a la Primera División de LaLiga, y a las competiciones de la Champions y Europa League.
Es un gasto que se realiza de manera irracional. Ver el fútbol parece casi una obligación, y no se valora que ese dinero podría utilizarse en otro entretenimiento con mejor relación calidad-precio.
Por ejemplo, 50 euros al mes dan para pagar una suscripción musical como Spotify (12 €), de libros electrónicos con Storytel (9 €), de videojuegos con Xbox Game Pass Premium (13 €) y hasta un par de revistas digitales (sobre 5 € cada una).
En total el fútbol costaría 600 € al año. Dinero de sobras para que 3 personas contraten una tarifa ilimitada para ir al cine durante 12 meses, y que casi alcanza para que 2 personas se apunten un año entero a un gimnasio de bajo coste.
Lo quiero tener todo (pero no uso casi nada)
Mi madre cae víctima de una estrategia de marketing habitual: ofrecer un pack super completo que parece atractivo, al menos, a primera vista, pero que no lo es en la realidad. La razón de fondo es que nunca habrá tiempo para ver la inmensa cantidad de contenido que se incluye en una tarifa de 217 euros.
Al final, sufre una especie de ansiedad consumista que le impide ser racional. Tiene más de 80 canales, un enorme catálogo de series y películas bajo demanda (con estrenos más o menos recientes) y otros deportes premium como, tenis, Fórmula 1 y Moto GP. Al final, solo ve una pequeña parte de todo esto.
Por otro lado, tenemos el problema del “empaquetamiento” que aplica Movistar. Las tarifas más actuales lo reducen en cierta medida, pero la idea básica es la misma: si queremos acceder a determinados servicios como el fútbol, nos obligan a pagar por otros, aunque no nos interesen.
En el caso de mi madre, 2 líneas móviles con datos ilimitados y fibra de 1 Gb son una locura. Un matrimonio septuagenario no necesita en absoluto tales prestaciones, pero tampoco dispone del criterio técnico para saber que no las aprovechan.
Algunas alternativas realistas
Pese a las fusiones y reestructuraciones, el mercado de las telecomunicaciones sigue siendo competitivo en España. He escogido tres ejemplos que me parecen representativos de las opciones disponibles:
- Pepephone: fibra 1 Gb + móvil 375 GB con llamadas ilimitadas + televisión premium + Netflix, HBO Max, Amazon Prime y SkyShowtime por 65 €/mes.
- Digi: fibra 1 Gb + 2 móviles con datos y llamadas ilimitadas + televisión premium + Segunda División de La Liga por 42 €/mes.
- Vodafone: fibra 600 Mb + + 2 móviles con datos y llamadas ilimitadas + televisión premium + Netflix, HBO Max, Amazon Prime y Disney+ por 54 €/mes.
También existe la opción de O2, el operador de bajo coste de Movistar. Sus precios son mejores, pero hemos comparado O2 vs Pepephone, y la "marca blanca" de Movistar no nos convence demasiado.
Estas tarifas dejan de lado al fútbol. Soy consciente de que resulta imprescindible para muchos usuarios. Pero no creo que tenga sentido dar consejos a quien toma decisiones irracionales. Si queremos mantener la multimillonaria industria del fútbol, deberemos rascarnos el bolsillo.
En cualquier caso, los clientes con tarifas de Movistar de "toda la vida" deberían analizar bien sus facturas y sus necesidades, para replantearse si están empleando bien su dinero.
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