La funda del móvil es uno de esos accesorios que usamos a diario, pero al que no siempre prestamos la atención que merece. Protege el dispositivo de golpes, arañazos e incluso de caídas, pero con el tiempo también acumula polvo, grasa, bacterias y todo tipo de suciedad.
Si la carcasa de tu smartphone empieza a verse amarillenta, pegajosa o simplemente sucia, no hace falta que compres una nueva. Hemos explicado cómo limpiar el móvil correctamente, y ahora toca repasar la funda que lo protege.
Existen varios métodos muy eficaces para dejarla como nueva utilizando productos que seguramente ya tienes en casa. Te contamos cómo limpiar correctamente la funda de tu móvil, sea del material que sea.
Agua, jabón y cepillo de dientes: la fórmula clásica
Las fundas de silicona son las más populares, y para limpiarlas no necesitas productos especiales. Basta con agua caliente, jabón lavavajillas y un cepillo de dientes. Este tipo de jabón es más eficaz que el de manos porque arrastra mejor la grasa y la suciedad incrustada.
- Moja la carcasa con agua caliente.
- Aplica jabón lavavajillas en el cepillo de dientes.
- Frota bien toda la superficie.
- Aclara con un paño húmedo.
- Deja secar al aire.
Si tu carcasa sigue teniendo restos de suciedad o ha amarilleado, puedes aplicar bicarbonato de sodio. No hará milagros, pero puede blanquearla ligeramente.
Bicarbonato y limón para fundas amarillentas
Este combo funciona especialmente bien en fundas transparentes que han perdido su color original. La combinación de bicarbonato con jugo de limón crea una pasta con efecto blanqueador y desinfectante.
- Mezcla bicarbonato de sodio y limón hasta formar una pasta.
- Aplícala sobre la carcasa y déjala actuar al menos una hora.
- Frota con un cepillo de dientes.
- Aclara con agua y deja secar.
Es un proceso más lento, pero útil si buscas eliminar manchas difíciles o el tono amarillento acumulado.
Alcohol 70 % y agua
Además de la limpieza visible, no hay que olvidar que las fundas acumulan bacterias. Una forma eficaz de desinfectarlas es con alcohol isopropílico al 70 %, el mismo que se usa en productos médicos.
- Mezcla alcohol y agua a partes iguales en un pulverizador.
- Rocía la funda y deja actuar unos minutos.
- Limpia con un paño de microfibra húmedo.
- Deja secar al aire completamente.
Este método es ideal para desinfectar sin dañar el material. Eso sí, si tu funda es de tela o cuero, hay que tener precaución.
Fundas de tela o cuero
- Fundas textiles: mejor limpiarlas con toallitas desinfectantes, sin empapar demasiado. Déjalas secar a la sombra para evitar que pierdan color.
- Fundas de cuero: utiliza un paño de microfibra ligeramente humedecido con agua tibia y jabón neutro. No uses alcohol ni productos abrasivos.
Alcohol isopropílico puro: para manchas resistentes
Si hay manchas especialmente difíciles, puedes usar alcohol isopropílico puro (sin mezclar con agua). Aplícalo directamente con un paño de microfibra, realizando movimientos circulares y sin demasiada presión.
Al terminar, seca con otro paño limpio y deja la funda unos minutos al aire antes de volver a colocarla en el móvil. Este método ayuda tanto a desinfectar como a eliminar restos amarillos de uso prolongado.
¿Y la lejía? Solo en casos puntuales
La lejía puede parecer una solución definitiva, pero no es apta para todos los materiales. De hecho, puede dañar fácilmente muchas fundas si no se usa con precaución.
- Ponte guantes para proteger tus manos.
- Prepara una mezcla de 1 parte de lejía por cada 20 de agua.
- Sumerge la funda unos minutos.
- Aclara varias veces con agua limpia hasta que desaparezca el olor a lejía.
Recomendado solo como último recurso y nunca en fundas de cuero o tela.
Quitamanchas de ropa: solución de emergencia
Si ningún método funciona, puedes probar con un quitamanchas para ropa. Aplícalo directamente en la zona afectada, deja actuar unos minutos y aclara con agua templada y un paño de microfibra. No lo uses en fundas delicadas o con estampados, ya que podría dañar el diseño.
Lavavajillas: opción rápida
Puede sonar extraño, pero el lavavajillas puede ser una solución rápida si no quieres limpiar a mano. Eso sí, con precaución:
- Usa un programa corto y con agua fría.
- No lo combines con platos sucios o detergentes agresivos.
Evita este método si la funda tiene elementos adhesivos, decoraciones o materiales sensibles al calor.
Entre todas estas opciones, seguro que encuentras un método que se adapta a tu tipo de funda. Además de la higiene externa, quizá quiera aprovechar para limpiar Android de esas apps innecesarias que lo vuelven más lento.
Recuerda que mantener la carcasa limpia no es solo una cuestión estética: también reduce el riesgo de acumular bacterias o suciedad que puede transferirse a tu piel o al propio dispositivo.
Con una limpieza regular, tu funda no solo se verá mejor, sino que también durará más y protegerá mejor tu smartphone.
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