Una VPN permite establecer un "puente" entre nuestra conexión a Internet y los sitios que visitemos, de forma que la VPN es detectada como el origen de la conexión. Quizá te preguntes para qué sirve una VPN en Android, pues tradicionalmente se usaban en los ordenadores de las empresas.
VPN responde a las siglas de Red Privada Virtual en inglés, y aunque en un principio se enfocaban a los equipos corporativos, actualmente tienen sentido para muchos tipos de usuarios.
Dado el aumento de las amenazas a la privacidad en Internet, la idea de usar una VPN para Android cobra cada vez más sentido. Se pueden configurar de forma tan sencilla como descargar la app de la VPN que prefiramos, activando o desactivando su uso según lo veamos conveniente.
Proteger tu identidad
Al acceder a Internet, ya sea en Android o en otros dispositivos, nuestro operador nos asigna un número denominado IP, con un formato del tipo 172.217.17.14. Ese número nos identifica ante cualquier web o servicio que usemos, y el operador guarda un registro de todo lo que hacemos.
Si deseamos proteger nuestra identidad, una VPN es una gran ayuda. La único que verá el operador es que nos conectamos a la VPN, lo que hagamos a partir de ese momento utilizará la nueva IP que nos den, que puede ser de otro país.
Con las VPN nos comunicaremos de forma cifrada, y aquellas enfocadas en la privacidad no guardan registros de las conexiones, visitas en Internet o IP que nos ha asignado, por lo que estaremos más protegidos.
Viendo el seguimiento de nuestra actividad que realizan multinacionales como Google, Facebook o Amazon, estas precauciones no están de más, aparte de que algunos tipos de usuario pueden necesitar del anonimato: periodistas, activistas, refugiados de países no democráticos...
Mantenerte seguro
Por otro lado, usar una VPN puede ayudarte si conectas tu Android a una WiFi pública, pues cifra toda la información, incluso aquella que normalmente tiene un nivel de seguridad más bajo.
También puede ser útil si realizamos operaciones bancarias desde Android, para dificultar que intercepten el tráfico y usurpen nuestra identidad. Lo mismo ocurre si operamos con Bitcoin u otras criptomonedas, pues un acceso no autorizado al monedero virtual del móvil supondría perder todo el dinero, sin posibilidad de recuperación.
Aunque una VPN añade retrasos a la conexión, sobre todo si es en una red 4G, puede llegar a ser necesaria si jugamos online. Por desgracia, algunas comunidades de jugadores son muy agresivas, y si averiguan nuestra identidad podríamos exponernos a problemas de seguridad, no solo virtuales, sino también en el mundo real.
Saltarte algunos bloqueos
Algunos servicios tienen bloqueos regionales para acceder, o incluso ofrecen diferentes funciones y contenidos dependiendo del país donde nos conectemos.
Aunque es comprensible que las compañías pongan limitaciones por razones técnicas o de licencias, el usuario no debería ser el perjudicado por sus decisiones internas. Con una VPN podemos, por ejemplo, acceder al catálogo de Netflix de Estados Unidos, o entrar en la web de un banco mientras estemos de viaje como si siguiéramos en España.
Por no hablar de evitar prácticas más cuestionables, como tiendas online que realizan un seguimiento del usuario, y ponen un precio u otro dependiendo de lo que crean que esa persona está dispuesta a pagar.
Una VPN sirve para distintos objetivos en Android, y ya queda lejos el tiempo en que estaba reservada para los ordenadores de las grandes empresas. Eso sí, dado que casi siempre es un servicio de pago, ya depende de las necesidades de cada uno valorar si lo necesita o no requiere tanta privacidad al acceder a Internet.
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