Durante el día de hoy ha estallado un escándalo bastante importante respecto a Zetta, una marca de smartphones española muy pequeña, pero que poco a poco iba ganando prestigio. Zetta presume de su origen extremeño pero, a raíz de su aparición en algunos medios nacionales, se ha descubierto que algunas de sus prácticas podrían no ser demasiado correctas.
Zetta tiene como logo una bellota mordida, que hace referencia a Apple y a sus raíces extremeñas. De hecho, asegura ofrecer un smartphone muy similar al iPhone 7 por 3 veces menos dinero. Zetta afirmó que fabrica sus teléfonos en China y los ensambla en Extremadura, pero hay dudas de que eso sea acierto. Todo apunta a que los móviles de Zetta son modelos de la marca china Xiaomi con pequeños cambios estéticos, y no se sabe si Xiaomi ha autorizado estas versiones.
Vender móviles renombrados de otros fabricantes es algo común (una marca tan prestigiosa como BQ lo hizo en sus orígenes), y no tiene nada de raro que sean más caros que los originales. La garantía local, los impuestos españoles y la atención al cliente hay que pagarlos. Pero lo que no resulta aceptable es vender un producto como español si, en realidad, es casi chino por completo.
Es complicado contrastar todas las acusaciones que los distintos usuarios han ido vertiendo por la red cuando desde Zetta no se han realizado declaraciones sobre este tema. También se ha comentado que la empresa afirma que sus teléfonos ofrecen sonido JBL sin que fuera cierto, y que vende smartphones con vidrio Gorilla Glass que, en realidad, sería de otro origen.
Ahora mismo, parece bastante probable que Zetta haya incurrido en prácticas dudosas, y resulta casi seguro que han mentido (o, al menos, exagerado) sobre el origen extremeño de sus smartphones. Pero también es verdad que el tratamiento mediático del caso ha sido bastante exagerado, y la imagen de la marca ha quedado seriamente dañada.
Solo esperamos que Zetta aclare la situación y, sobre todo, que corrija las irregularidades. Incluso se especula con que la empresa ha recibido subvenciones públicas, y se generan suspicacias de hasta que punto realmente serían merecidas. Está claro que ser emprendedor resulta complicado, pero las marcas pequeñas deben trabajar de forma tan seria como cualquier otra.
Se ha hecho excesivo énfasis en que los Zetta son "Xiaomi con una pegatina" vendidos por un precio muy superior a los originales. Más allá del tema del renombrado, que tampoco es algo infrecuente, lo que debe hacer la marca es detallar en qué medida su producto es español. Y también confirmar sus relaciones con Xiaomi, JBL y Gorilla para que sepamos exactamente lo que traen sus teléfonos y si cuentan con autorización para ello.
¿Qué opinas del escándalo de Zetta? ¿Lo ves como una clara estafa a los consumidores, o como el caso de una empresa pequeña que se ha visto sobrepasada por su éxito?
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