La tecnología no es buena ni es mala, siempre dependerá del uso que den quienes la implementan y eso queda claro con el hecho de que hay 6 detenidos españoles en Blusens por unos presuntos reproductores pirata.
Los 6 detenidos españoles en Blusens por los presuntos reproductores pirata fueron acusados de realizar la distribución ilegal de diferentes contenidos con derecho de autor por medio de Web TV, generando una facturación ilícita de 1.500.000 euros.
Contenido pirata por Web TV
La operación en la que hubo 6 detenidos españoles en Blusens por estos supuestos reproductores pirata fue ejecutada por la Policía Nacional en conjunto con Europol en A Coruña, Jaén y Barcelona.
El sistema empleado por los detenidos españoles en Blusens era la distribución de más de 14.000 reproductores en todo el mundo y que permitían a quienes los compraban acceder de manera ilegal a una gran oferta de canales de televisión, incluyendo contenido de pago.
La empresa ilegal contaba con un laboratorio propio de ingeniería y desarrollo en el que se creó el terminal que daba acceso a las aplicaciones de películas, series y eventos deportivos que normalmente son de pago y contratados por medio de los operadores, que ofrecen formalmente el servicio.
Existía un foro especializado en el que los clientes de este sistema fraudulento recibían asesoría técnica para poder acceder de forma ilegal al contenido que requerían y también contaban con acceso a la descarga del firmware necesario para actualizar la conexión con el servidor.
Al momento de la captura de los 6 detenidos españoles en Blusens acusados de vender reproductores pirata se encontraron al menos 4.600 terminales listos para ser colocados en el mercado.
Esta empresa tenía sede en Galicia y sus operaciones para vender el dispositivo eran a gran escala con el ofrecimiento de no tener que pagar más para ver los programas, películas, series y deportes.
Cada uno de los terminales tenía un precio de 120 euros y eran fabricados en China, el contenido estaba concentrado en servidores franceses que eran los que daban acceso al contenido vía streaming, haciendo control de distribución desde Galicia en donde estaban los detenidos españoles en Blusens por los presuntos reproductores pirata.
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