Review: Google Pixel 3 XL, marcando el compás de la gama alta

Review: Google Pixel 3 XL, marcando el compás de la gama alta

Uno de los máximos exponentes de todo el ecosistema Android viene año a año y desde hace unos cuantos de la mano de Google y su gama Pixel. Hoy os traemos la review del Google Pixel 3 XL, que marca el camino a seguir ofreciendo una de las mejores experiencias de usuario.

El Google Pixel 3 XL viene a sustituir al Pixel 2 XL como uno de los smartphone bandera no solo de Google sino de todas las opciones que podemos comprar a día de hoy en la gama alta. En esta review vamos a analizar todas las características y funciones del Pixel 3 XL.

Una construcción sólida nada reñida con el diseño

Las primeras sensaciones son, ni más ni menos, las esperadas de una versión XL de cualquier terminal. El smartphone es realmente grande y con una aparente calidad de construcción que cumpliría los máximos estándares de la industria.

Imagen - Review: Google Pixel 3 XL, marcando el compás de la gama alta

Se nota la mano de Google y su afán de lanzar dispositivos muy bien construidos acordes al precio y gama donde nos movemos. Una parte frontal que sigue la filosofía de todo pantalla y que consigue un 82,85% de ratio pantalla frente a la superficie total de la frontal.

En el canto superior tenemos un micrófono para la cancelación de ruido y en el canto derecho la clásica botonera de bloqueo/desbloqueo de pantalla y subir o bajar el volumen. En el canto inferior un puerto USB Tipo C para la carga y la transferencia de archivos.

Como viene siendo práctica habitual en los smartphones de hoy en día, no contamos con un botón dedicado para la cámara, teniendo que manejar el disparador mediante la interfaz en la pantalla táctil.

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El diseño de la parte trasera no ha cambiado respecto a su Google Pixel 2 XL y es uno de sus puntos fuertes en este apartado. El clásico doble material combinando plástico y cristal hacen de este Pixel 3 XL uno de los smartphones con mejor tacto.

Otro factor que tampoco pasa desapercibido es su peso. Los 184 gramos no lo hacen de los más ligeros del mercado pero quizá da aun más la sensación de encontrarnos frente a un teléfono bien construido y rematado.

Finalizamos este apartado indicando que el Google Pixel 3 XL cuenta con certificación IP68 con resistencia a polvo y agua. Según estos ensayos, el smartphone debería estar indemne tras pasar 30 minutos sumergido a 1,5 metros.

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Google Pixel 3 XL, ficha técnica

Pantalla 6,3 pulgadas P-OLED 1.440 x 2.960 píxeles.
Procesador Qualcomm Snapdragon 845.
Memoria RAM 4 GB.
Almacenamiento interno 64 o 128 GB.
Cámara trasera 12,2 MP, f/1.8 flash con dual LED y HDR.
Cámara delantera 8 MP f/1.8 y 8 MP f/2.2 con HDR.
Conectividad 4G LTE, WiFi, Bluetooth 5.0, GPS, GLONASS, GALILEO, BDS.
Puertos y sensores USB Tipo C, lector de huellas, giroscopio, sensor de proximidad, brújula, barómetro y acelerómetro.
Batería 3.340 mAh con carga rápida y carga inalámbrica.
Sistema operativo Android 9.0 Pie.
Precio desde 949 euros.

Pantalla: el notch más famoso del momento

Uno de los aspectos más importantes y donde Google no ha querido escatimar es la pantalla. Se compone de un panel P-OLED de 6,3 pulgadas en la diagonal, un ratio de pantalla de 18,5:9 y una resolución de 1.440 x 2.960 píxeles con protección Gorilla Glass 5.

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Una excelente pantalla sombreada por un notch que quizá sea demasiado grande. Se han escrito ríos de bits hablando sobre el tema y es cierto que se ve bastante grande. A diferencia de otros notch, el de este Google Pixel 3 XL es demasiado ancho y no poco largo.

En otros smartphones suele ser largo y delgado o ancho y corto. Justamente es eso lo más criticado (de todos los apartados) de este smartphone aunque a nosotros no nos ha parecido para tanto.

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Nos vamos acostumbrando y a medida que pasan los días de uso nos olvidamos de él y pasa a ser un aspecto más del Pixel 3 XL.

Un elemento también de sobra criticado, y esta vez con más razón, es el marco inferior. Ya sabemos que el nivel Pixel 2 XL era complicado de superar pero justamente esta era una de las características a batir.

Si bien no es algo exagerado, sí echamos de menos una reducción considerable respecto al modelo anterior. Más aun cuando el sensor de huellas lo tenemos en la parte trasera y no hay excusas para mantener esa zona negra en la frontal.

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Los competidores directos de Google Pixel 3 XL, o incluso otros de gamas inferiores, sí consiguen un formato real "todo pantalla" que nos dan la sensación de evolución respecto a productos de años anteriores.

Dejando de lado las formas de la pantalla y hasta dónde llega, cabe decir que nos ha parecido un excelente panel. Consigue muy buenos colores, una excelente luminosidad y unos ángulos de visión como los esperados.

Aunque no viene exento de polémica. En Internet podemos encontrar opiniones de bastantes usuarios con la pantalla del Pixel 2 XL "quemada". Esto ocurre solamente en paneles OLED y algunos modelos de marcas concretas son más propensos a padecerlo que otros.

Si con el Pixel 3 XL también se "quemarán" algunas pantallas solo lo sabremos tras unos meses. El uso continuado de las pantallas OLED pueden provocar estos molestos efectos complicados de evitar o remitir. Seguramente Google se haya curado en salud y no haya tropezado una segunda vez con la misma piedra, pero tendremos que estar atentos.

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El software asociado a la pantalla también está a la altura y nos permite configurar a nuestro gusto aspectos como la saturación de colores o la calidez. Podemos encontrar también un modo de pantalla "Always-On" para mostrarnos contenido de notificaciones en todo momento aun con la pantalla bloqueada y apagada.

Se sirve de la pantalla OLED y enciende solo los píxeles adecuados para mostrar la información requerida, evitando así un consumo excesivo de batería por parte de la pantalla. También hay un modo especial para mostrar información y fotografías mientras está conectado a la corriente o a una base.

Rendimiento a la altura Pixel

Cuando pasamos más de 5 minutos utilizando el Google Pixel 3 XL nos damos cuenta de que nos encontramos delante de un gama alta de verdad. Una fluidez perfecta y el nulo lag incluso en aplicaciones pesadas nos transportan al siguiente nivel sin despeinarnos.

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Los 4 GB de RAM, de la misma manera que ocurre con el Sony Xperia XZ3, pudieran parecer escasos pero nada más lejos de la realidad. En ningún momento de nuestra prueba echamos en falta más capacidad incluso en tareas exigentes como la multitarea entre juegos.

Bien es cierto que otros dispositivos de gama alta apuestan por configuraciones que en ocasiones duplican a la elegida por Google para el Pixel 3 XL. Mismamente terminales punteros como el Samsung Note 9 con 6 GB de RAM o el OnePlus 6 que alcanza los 8 GB apuestan por "mejor que sobre".

Es cierto que esta tendencia de aumentar sin cesar las especificaciones de los smartphones deberá terminar algún día (o no) pero las reglas actuales del juego dictan los 6 GB de memoria RAM como el estándar de una gama alta cada vez más competitiva.

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Tal y como dijimos en la review del Sony Xperia XZ3, los 4 GB de RAM garantizan un buen funcionamiento actual sin más problemas y las tareas se desempeñarán de manera rápida. Pero nuestro escepticismo viene de la mano del futuro.

Somos algo reacios a dar como buenos los 4 GB en la gama alta actual dada la tendencia antes mencionada. Hace dos o tres años nos parecían de locos los 4GB de memoria RAM y ya se han convertido en un estándar de la gama media de algunas marcas y modelos.

Veremos cómo va evolucionando todo el ecosistema Android y si de verdad los 4 GB de RAM suponen un punto de inflexión y se mantienen como estándar durante mucho tiempo.

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Para el procesador de este Pixel 3 XL Google ha recurrido al clásico de la gama alta de este 2018. El Qualcomm Snapdragon 845 es el corazón del smartphone y no se le puede poner ni un pero.

Los 8 núcleos del procesador junto con la GPU Adreno 630 están a la altura del dispositivo proporcionando un rendimiento muy bueno, fluidez ilimitada y ni un solo trabón incluso en juegos exigentes.

La memoria de almacenamiento corre a cargo de dos versiones: una con 64 GB de memoria y otra de 128 GB. La primera nos parece algo escasa debido a la imposibilidad de ampliación mediante microSD y la segunda nos parece la elección más justa y despreocupada.

Google Pixel 3 XL, la sencillez del software como apuesta segura

Cuando alguien decide adquirir un Pixel sabe que el apartado software lo tiene cubierto. La ventaja de que tu smartphone venga directamente desde el desarrollador del sistema operativo siempre ha supuesto jugar sobre seguro. Apple con sus iPhone, Microsoft con sus Lumia y Google con sus Pixel.

Todas han logrado diseñar la dualidad perfecta entre hardware y software eligiendo componentes a medida. El Pixel 3 XL no iba a ser una excepción. Ni mucho menos. Es de lo mejor en cuanto a rendimiento que ha pasado por nuestras manos en los últimos tiempos.

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Los tiempos de carga y respuesta son excelentes incluso cuando intentamos poner en apuros al procesador. Se nota que el sistema operativo está totalmente desprovisto de cualquier tipo de capa de personalización y esto hace ganar enteros a cualquiera. Incluido a terminales de gama más baja que corren Android One.

En cuanto a software y aplicaciones propias o características de los Google Pixel no nos encontramos prácticamente nada salvo alguna aislada para configurar el protector de pantalla. Por el contrario, lo que sí vemos es el típico bloatware que Google instala.

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Estas aplicaciones que rara vez terminamos abriendo en la vida de nuestro smartphone copan gran parte de las aplicaciones preinstaladas. No nos referimos a las típicas de notas, correo o la de información meteorológica sino a los servicios que Google ofrece en la plataforma Android.

Pero como es una lucha perdida por el usuario y, al fin y al cabo, este Google Pixel 3 XL no es de los peores casos que hemos visto, podemos pasarlo por alto. Otros fabricantes, además de todas las aplicaciones "made by Google", instalan las suyas propias y ahí ya sí que tenemos un problema más serio.

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Con los Pixel al menos sabemos que solo tomamos la primera ración de aplicaciones y servicios instalados evitándonos los extras que suelen incluir otros fabricantes.

No nos podemos despedir del apartado software sin mencionar las puntuales actualizaciones de Google. Los Pixel, desde sus inicios, se plantearon como los smartphones con más actualizaciones garantizadas del mercado.

Google se ha comprometido a ofrecer actualizaciones para su Pixel 3 y Pixel 3 XL hasta, al menos, el año 2021. Esto serían algo más de 2 años o incluso 3 de nuevas versiones de Android y diversas actualizaciones de seguridad.

Un punto, desde luego, a tener en cuenta pues Android es uno de los sistemas operativos más fragmentados (muchas versiones en dispositivos funcionales) y es foco de atención de malhechores del mundo online.

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Otro tema que ha suscitado cierta controversia es el relativo a los gestos de Android 9 Pie en el Google Pixel 3 XL. Hasta ahora al deslizar hacia arriba desde el borde inferior se abría el cajón de aplicaciones pero actualmente se abre el panel de multitarea.

Puede ser algo molesto pues el gesto para abrir el cajón de aplicaciones implica deslizar un tramo más pantalla arriba y muchas veces abriremos la citada multitarea sin querer.

Cuando accedamos a la multitarea tendremos en la parte inferior un resumen de las aplicaciones más utilizadas y una socorrida barra de búsqueda de Google que nos servirá para buscar una aplicación instalada o iniciar una búsqueda en Internet.

Por su parte, el gesto de pasar de aplicaciones desde la barra inferior de la pantalla deslizando primero un poco a derecha y después desplazándonos por la multitarea como si de una barra de horizontal al uso se tratara nos ha parecido bastante bien implementado.

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En este apartado podemos meter también a la autonomía. Los 3.340 mAh serán suficientes para prácticamente cualquier escenario de uso que planteemos. Google ha pulido y optimizado tanto el sistema operativo que no será necesario dar un chute de energía a nuestro Pixel 3 XL a lo largo del día.

Con un uso normal de correo, redes sociales, mensajería, alguna llamada aislada, podcast durante los traslados al trabajo y el puntual vídeo de YouTube de la hora del té llegamos a casa con un porcentaje en torno al 35%.

Es cierto que si abusamos de la cámara el porcentaje de la batería al final del día disminuye sensiblemente. Y es que si tenemos conexión a Internet usa la nube de Google para acicalar nuestras instantáneas y ofrecernos un mejor resultado.

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Una lente y dos tazas de software

En unos momentos donde el número de cámaras parece haberse convertido en una competición, el Google Pixel 3 XL recurre a una única lente para su lado más fotográfico.

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Y lo hace tan bien que está a la altura de otros smartphones que le duplican en número de cámaras en el mejor de los casos y en otros incluso le triplican.

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Sobre el papel, el Pixel 3 XL nos arroja una cámara de 12,2 MP, f/1.28 y estabilización óptica. Además de un flash de doble LED y funciones de HDR.

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Ante la ausencia de doble, o triple cámara recurre a la inteligencia artificial de Google. Aplica a la perfección los algoritmos para ofrecer los mejores resultados posibles y vaya que si lo consigue.

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Su modo HDR+ es otra de las delicias de este Pixel 3XL que proporciona colores vibrantes e instantáneas bien resueltas en todas las circunstancias. Incluso en condiciones de baja luminosidad consigue uno de los mejores resultados de todo el panorama.

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También cuenta con un modo retrato que recurre, una vez más, al software ante la falta de una segunda cámara obteniendo fotografías muy buenas con fondos desenfocados.

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El reconocimiento facial para los efectos de desenfoque funciona bien aunque hay veces que no detecta el contorno de la cara de manera perfecta. Tendremos que fijarnos mucho y ampliar el zoom pero objetivamente ocurre.

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En el apartado vídeo de la cámara trasera, puede grabar en 4K a 30 fps, a 1080p en 30, 60 o 120 fps y una cámara lenta a 720p y 240 fps.

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Para la cámara frontal sí cuenta con dos lentes de 8 MP cada una con el fin de tomar fotografías muy amplias. El vídeo de la frontal alcanza la resolución 1080p a 30 fps.

Retomando la costumbre de incluir auriculares

No nos queríamos despedir del Google Pixel 3 XL sin hacer mención al apartado audio. Aunque perdemos la clásica conexión directa de audio minijack de 3,5 mm ganamos un adaptador de serie que va desde el conector USB Tipo C a un conector tipo hembra de minijack de 3,5 mm.

Un buen detalle que no todos los dispositivos actuales que han prescindido del minijack de 3,5 mm tienen con sus usuarios, obligando a comprarlos aparte o pasarte a una conexión inalámbrica.

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Pero no queda aquí. También en la caja nos encontramos con unos auriculares de una excelente calidad con conexión directa a USB Tipo C. Durante nuestra prueba se han convertido en los auriculares de cabecera ofreciendo un sonido muy neutro a todos los volúmenes.

Para el sonido al exterior recurre a un par altavoces estéreo situados a cada lado del terminal. Alcanza un volumen alto que se podría calificar incluso de muy alto pero siempre claro y nítido.

Google Pixel 3 XL, el más completo de su especie

Vamos rematando esta review con las conclusiones y opiniones personales que el Google Pixel 3 XL nos ha suscitado. Para ir abriendo boca, debemos decir que es un terminal que, si bien suele pasar desapercibido a ojos ajenos, para el que lo tiene delante le impresiona.

Tanto por su construcción, su pantalla, su gran notch (no sabemos si esto es realmente algo bueno) y su fluidez empaquetan al que se podría denominar como máximo exponente de todo el ecosistema Android actual.

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Es cierto que no es un salto muy grande respecto a la anterior generación pero es que el Google Pixel 2 XL ya rompió el ranking por arriba y superarse a uno mismo año tras año no es algo sencillo.

Más bien podríamos decir que es una actualización de la anterior versión. Con unos milímetros cuadrados más de pantalla (0,3 pulgadas extra), una cámara que sigue siendo muy buena y un procesador actualizado a los últimos tiempos.

Probablemente si tienes un Pixel 2 XL ni te plantees hacer el cambio por un Pixel 3 XL pero si vienes de otra gama o de otro fabricante seguramente te haga ojitos y termines probándolo y quedándotelo.

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Los 949 euros por la versión de 64 GB y los 1.049 euros para la versión con 128 GB de almacenamiento se sitúan en los precios "tipo iPhone" que algunos fans de Android se niegan a pagar.

Si vale lo que cuesta es una decisión demasiado personal pero lo que sí podemos asegurar es que el rendimiento, la cámara y, en general, la satisfacción la tienes garantizada.

Los puntos fuertes del Google Pixel 3 XL en nuestra review

  1. Software a medida.
  2. Rendimiento general.
  3. Cámara.

Los puntos débiles de Google Pixel 3 XL en nuestra review

  1. El notch es un poco grande.
  2. Somos reacios a los 4 GB de RAM si pensamos en el futuro.
  3. Marco inferior.

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