Así es cómo Alemania y Países Bajos se están convirtiendo en el centro de los semiconductores europeos

De un tiempo a esta parte, tanto Alemania como los Países Bajos están pasando a ser los nuevos referentes europeos en la fabricación de semiconductores. Una situación que se ha ido dando por diversos factores que vamos a explicar en este reportaje.

De entrada, es necesario comentar el auge que ha tenido esta industria en los últimos cinco años. ¿Y por qué ha crecido tanto el mercado de los semiconductores? Pues por el crecimiento de la industria ligada a la tecnología en general.

Son muchos los sectores que han visto expandir sus miras en este terreno, desde la industria de los móviles a las televisiones inteligentes o el cada vez más demandado sector de los ordenadores portátiles con proyección en la IA.

Y, por eso mismo, hace unos años empezó a crearse un cuello de botella en la industria de la tecnología en general porque no había en el mercado los suficientes semiconductores: unas piezas clave para la fabricación de prácticamente cualquier dispositivo electrónico.

Una crisis que alcanzó su pico durante la pandemia. Fue tan grave que llegó a afectar drásticamente a multitud de productos muy buscados por los usuarios, como las nuevas consolas PS5 y Xbox Series X que salieron al mercado a finales del 2020 con escasísimo estocaje.

El surgimiento del mercado europeo de los semiconductores

La principal causa de esta crisis fue la escasez de países y fábricas que pudieran alcanzar la demanda existente de semiconductores. Como referencia y dato fundamental, el 90% del mercado estaba dominado por empresas de únicamente tres países asiáticos: Taiwán, Corea del Sur y China.

Un panorama ante el que debían surgir nuevos competidores y, en Europa, dichos países fueron Alemania y los Países Bajos. Unos territorios cuyos gobiernos realizaron fuertes inversiones en tecnología e innovación para convertirse en los principales productores de semiconductores en este continente.

En el caso de Alemania, es cierto que dicho territorio llevaba ya muchas décadas siendo uno de los referentes a nivel europeo en la industria de los semiconductores. Concretamente, la llamada región de Silicon Saxony ya era un centro muy importante de fabricación de semiconductores, el cual ha crecido en los últimos años.

Junto a él, también han surgido otras empresas tanto en este territorio germano como en otros. Un ejemplo es Infineon, una de las empresas líderes del sector y que tiene su sede en Múnich.

Y a esto se suman otras como Bosch Sensortech, Jenoptik y X-FAB también tienen mucha presencia en este territorio, produciendo semiconductores para diferentes sectores.

En lo que respecta al papel de los Países Bajos en la industria de los semiconductores, actualmente es otro de los grandes referentes europeos.

Gran parte de culpa de este gran desempeño la tiene la empresa NXP Semiconductors, una de las principales fabricantes de semiconductores de este territorio.

También hay que destacar tanto a la compañía ASML, una empresa líder en la fabricación de equipos de litografías, como a BE Semiconductor Industries, otra empresa holandesa que se ha especializado en la fabricación de semiconductores. Unas empresas que, junto con otras más, han creado un ecosistema significativo y relevante de semiconductores.

Apoyo gubernamental

Para que tanto Alemania como los Países Bajos hayan conseguido acaparar la industria de la fabricación de semiconductores en Europa, sus gobiernos han movido ficha en esa dirección. Una ayuda estatal apoyada en diferentes cimientos.

En el caso de Alemania, ha participado en el programa IPCEI (Important Projects of Common European Interest), el cual proporciona financiación para proyectos innovadores como los semiconductores.

Igual de importante son las subvenciones directas y ventajas fiscales que ofrece el gobierno alemán a empresas de semiconductores, así como la creación de clústeres de innovación y centros de investigación relacionados con esta industria.

Y, por su parte, el estado neerlandés ha promovido este sector de una manera similar, ofreciendo de entrada créditos fiscales atractivos a empresas que invierten en el campo de los semiconductores así como creando programas de financiación para empresas emergentes y establecidas en el sector tecnológico.

Además de esto, también se ha diseñado el High Tech Campus Eindhoven, un hub de innovación que alberga a numerosas empresas y centros de investigación en el sector de semiconductores, facilitando la colaboración y el desarrollo de nuevas tecnologías.

Todos estos engranajes son los que han convertido a los Países Bajos y Alemania en los principales referentes europeos en la fabricación de semiconductores. Una posición de ventaja estratégica dentro del panorama industrial y tecnológico.

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