Una nueva estafa lleva a los internautas a fraudes, en este caso le ha tocado al Banco Santander. Los usuarios reciben un email de verificación del Santander. Saber si es fiable o no puede resultar difícil de averiguar, pero a continuación, te mostramos las pautas a seguir para saber si un email es malicioso o no.
Los fraudes telemáticos están a la orden del día, por lo que es muy fácil que hayas recibido alguna vez un email o SMS en el que te ofrecen algo por muy poco dinero o algún regalo como, por ejemplo, un bulo que circula por WhatsApp en el que Sony está regalando una PS5.
La estafa del Santander
En texto los presuntos estafadores piden mediante un email una serie de pasos en los que debes verificar tu cuenta para que no sea suspendida en un plazo máximo de 24 horas. En este caso tenemos un enlace en el que el texto es “Acceso clientes” con una dirección muy sospechosa.
La web en cuestión a la que te envía dicho enlace es una página que por defecto Google Chrome bloquea, pero si realmente accedemos a ella tras pasar por los filtros de Chrome (y en nuestro caso de Movistar con "conexión segura"), aparece en una web de servicios de spa y masajes.
Una web que tarda muchísimo en cargar, y en la que probablemente cualquier enlace interno sea malicioso y nos lleve a algún sitio de pagos para caer en dicho fraude, pues al analizar la dirección web vemos que está registrada en Sudáfrica.
Fíjate en la ortografía
Una de las principales formas de averiguar si un email es fiable o no, es fijarse en la ortografía. Como puedes imaginar, en un servicio oficial, como el Banco Santander, los emails que envían deben de ser claros y concisos, donde todo está bien escrito y con acentos.
Si te fijas en la imagen, la que recibe el futuro estafado, parece un recibo o email del banco Santander, en el que hay frases que no tienen sentido alguno, mal construidas y sin acentos, como si se hubieran traducido de otro idioma.
Direcciones de email reales
Otro de los puntos que a tener en cuenta es la dirección de la que recibimos el correo, pues debemos fijarnos bien siempre en la dirección email, lo normal es que las direcciones tengan relación con el servicio, puesto que la mayoría de emails de estafas no suelen tener dominios reales.
Por otro lado, los archivos adjuntos de los emails que nos envían a nuestro correo suelen ser archivos comprimidos, que cuando los abrimos nos pueden meter en nuestro sistema algún tipo de malware. Al abrir dicho archivo estamos dando acceso de ejecución y por lo tanto acceso a la escritura de datos en nuestro disco duro.
Contacta directamente con el emisor real
Si después de todas estas pautas aún tienes dudas o no sabes realizar las tareas necesarias para evitar un posible fraude, te aconsejamos que contactes directamente con el responsable, en este caso lo más fácil es contactar con tu oficina Santander y preguntar si existe algún problema con tus datos bancarios y así salir de dudas.
Estafas como esta las tenemos a diario, pero nosotros te enseñamos cómo protegerte de ellas y averiguar en ese caso que un email del Santander no es fiable, evitando algún susto en tus cuentas o datos bancarios.
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